17 abril, 2007

Fragmentos de un discurso amoroso caribeño.



(Para leer con acompañamiento musical)

Voy a apagar la luz para pensar en ti y así dejar volar mi imaginación...

Dicen que la distancia hace el olvido pero yo no concibo esa razón. En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse, imborrables recuerdos que siempre guarda el corazón. La cita no ha cambiado aunque parezca que todo ha naufragado. ¿Y es qué no sabes lo que tú me haces sentir, que no hay momento que yo pueda estar sin ti? Por escuchar de ti cualquier palabra de amor sufriría cualquier dolor. Por sólo presentir lo que quisieras de mí sacrificaría mi existir. Probablemente estoy pidiendo demasiado. Se me olvidaba que ya habíamos terminado, que nunca volverás, que nunca me quisiste. Perdóname estas cosas que te cuento que son mi propio yo mi propio mal. ¡Si ves alguna lágrima, perdón! Ya sé que no has querido hacer llorar a una gata herida. Y aunque me digas que no me quieres dulcemente vivirás en mí. Si ya no vuelvo a verte, ojalá que tengas suerte. ¡Ya lo ves, la vida es así !


Este bolero (no) es mío desde el principio al final ...

es de : Garrido, Manzanero, Pérez-Sabido, Ilan, Juanga, Gutiérrez, Sifontes y Chelique,

y me perdonan el plagio, ¡es que el despecho es muy arrecho!


Caracas, 1999

No hay comentarios: