26 agosto, 2014

Mi maestra


Mi maestra, la Srta. Morita

La Escuela Experimental Venezuela se fundó el 5 de febrero de 1939, bajo el mandato del Genrl. Eleazar López Contreras. Antes de ser escuela el solar era una hacienda cafetalera. Todavía se encuentra en su dirección habitual de la Ave.México. El edificio que a pesar de haber sido declarado "Bien de interés Cultural de la Nación" en el 2002, se encuentra en ruinas. Hago esta breve remembranza porque tanto mi hermana como yo, fuimos alumnas del plantel.
El edificio que recuerdo -diseñado específicamente para sus funciones- era grande, de dos plantas: las aulas amplias y ventiladas; con pocos alumnos en cada una de ellas según la normativa vigente, para que el maestro pudiese dedicar tiempo y esfuerzo a cada educando. Esto no significa que el total del alumnado fuera poco: creo que alcanzábamos a mil. Dos grandes patios: uno con árboles, por cada república latinoamericana y el patio central con un enorme mapa de Venezuela en relieve en el piso.  El programa incluía además de las materias habituales: matemáticas, historia, dictado, lectura y escritura, ciencias sociales y biológicas; actividades complementarias como deportes, cultura, etc. Para la época un experimento de avanzada y de total renovación educativa. 

Allí inicié mi kínder con la maestra Hilda Núñez; luego primer grado con la siempre bien recordada Morita Carrillo. Algunas maestras y profesores de bachillerato y universitarios los recuerdo borrosamente, pero a la Srta. Morita la rememoro vivamente y siempre ha estado en mi memoria y corazón, como esos maestros que dejan huella en sus alumnos y son imborrables. La señorita Carrillo nació en Yaracuy y comenzó a trabajar como docente en su ciudad natal, por allá por los años 39. Luego se trasladó a la capital para optar por concurso, el cargo en la E.E.V. Después de muchos años de ejercicio profesional devino en fina poetisa. Trabajó en la Revista Tricolor; el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INICIBA) y fue asesora editorial del Banco del Libro. Ya adulta una que otra vez tuve el placer de coincidir con ella... La maestra-poetisa falleció en 1998 después de padecer una larga y penosa enfermedad. Dejó una hermosa y vasta obra poética pero lo mejor que nos legó a su paso por la vida, fue este cariño y respeto que en permanencia sus muchos alumnos sentimos por ella. 



  Mi lápiz.
      Usa ropa de madera.
      Cuello fuerte de latón.
      Y sombrerito de goma
      mi lápiz con borrador. 
      Lleva bajo su vestido,
      la punta negra de un pie.
      Cuando yo dibujo rápido,
      mi lápiz baila ballet. 
      Si hago las letras muy feas,
      invierte su posición.
      Baila entonces de cabeza, 
      mi lápiz con borrador. 

      (Morita Carrillo)        


Caracas, agosto 2014
                                                     

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Morita hoy no sería maestra, sería miss Venezuela,era bellísima...El lápiz es un bello poema, muy infantil.
Simón

Anónimo dijo...

Que belleza de casi-cuento. Me encantó.

Gertrudis

Anónimo dijo...

Hermoso!

Anónimo dijo...

Memorables frutos de esas maestras inolvidables. La Venezuela grande.

Antonia M. Franco.