29 abril, 2012

Nunca esquecido


Corrado Mazzana  es hijo único de una vieja  familia napolitana emigrados a América, donde con el negocio del caucho se enriquecieron enormemente. De la selva ecuatorial la familia pasó a Puerto Ayacucho, en Venezuela, cuando la explotación cauchera decayó. Con el correr del tiempo Corrado diversificó el capital, lo que le permite vivir holgadamente y darse todos sus manías de solterón... En cuanto a sus caprichos el más importante es coleccionar libros antiguos, especialmente primera o raras ediciones. Corrado tiene un gran defecto: cuando se empeña en algo no acepta negativas y lo consigue a costa de lo que sea.
En uno de sus muchos viajes de negocios pasó una vez por Lisboa. Como era su costumbre una tarde salió a dar unas vueltas por la ciudad, a ver que novedades habría en cuanto a libros. Andando por vericuetos y callejuelas se topo con una pequeña librería cuyo cartel señalaba: “Livraria  o Archon”. Livros antigos. Edicoes raras. Se acercó a  la pequeña vitrina donde se exhibían unos cuantos ejemplares. Adentro se veía un local pequeño atestado de volúmenes del piso al techo. Al abrir la puerta sonó una campanilla y desde el fondo del local una voz dijo, Benvindo, entre vocé… Disculpe, respondió Corrado no hablo portugués. Ah, entonces podemos entendernos en español, dijo el bouquinista. Soy de Sevilla. De allí en adelante la conversación se hizo fluida. Corrado indicó lo que buscaba. El propietario le enseñó varios volúmenes. Tengo estas ediciones venecianas muy bien cuidadas,  Iambílicus. De Mysteriis. Venetiis, Aldus, 1497. Creo que le puede interesar. Y esta otra joya, Senecae Tragoediae. Venetiss, Aldus, 1517, con cantos en oro. Se tomó su tiempo en revisar los ejemplares antes de  decidirse a llevarlos…  Acordaron el precio y cuando se disponía a pagar vio sobre la máquina registradora, un pequeño libro atado con na cinta, con tapas de cuero y letras doradas. Mientras el dependiente hacía la factura ojeó el volumen de fino papel, una edición muy cuidada, con bellas iluminaciones. En la página principal decía: “Nunca esquecido”. Versos para Mariana. L.M.P. Lisboa, Carvalho Impresor, 1912. ¡Que edición tan particular! ¿Me lo vendería? No señor, no está a la venta. Ese es un volumen muy personal. ¡Se lo compro por lo que pida! No insista. Ya le dije, que no. ¡Lástima! Créame que le hago un favor con no dárselo. Además le falta una página… Bien, si acaso cambia de parecer estoy alojado en el Hotel Sheraton, habitación 702. Estaré unos días más. Hasta luego y gracias. Fue un placer atenderlo, señor Mazzana.
Al segundo día de la visita, Corrado decide pasar nuevamente donde el bouquinista a ver si  cambió de parecer. ¡Señor Mazzana, nuevamente por aquí!... Parto en la tarde de Lisboa, me gustaría convidarlo a un café y de paso me cuenta la historia del libro que me niega. Me tiene intrigado. Gracias, pero no acostumbro. ¡Hombre, hágalo por mí que ya me voy!  Bueno, bueno, dijo y se alejó a la trastienda a buscar su abrigo y bastón. Salieron del local y caminaron hasta una cafetería con  mesitas en la terraza. Pidieron un café para cada uno. El viejo librero comenzó la conversación… Ese pequeño volumen encierra la historia de un trágico amor. Resulta que la autoría se atribuye, sin certeza, a un joven y bohemio poeta, que se enamora de una chica de la burguesía. Usted me dirá que es un cuento muy trillado. Quizá, sí lo sea. Tomó un sorbo de café. Bien, como le iba diciendo y para que no se alargue mucho el asunto, el padre de la chica al enterarse la manda a un convento. Por medio de sobornos la joven Mariana logra escapar del encierro y se reúne con su amado. Al enterarse el padre, inicia una cacería que le toma varios meses hasta que encuentra a los amantes en una granja cerca de Sintra. El ofendido progenitor trama todo un plan que finaliza con la muerte de los dos jóvenes. El cadáver del poeta es lanzado al mar. Cuando el padre recupera el cuerpo y las pertenecías de su hija, consigue el pequeño libro donde se narra en rimas la aventura de sus amores.  El padre asombrado y cautivado por la belleza del poema se arrepiente profundamente de su acción, no sin antes arrancar del libro la página 22 donde se describe las intimidades del encuentro carnal de los amantes y aparece el nombre completo de la amada. ¡Qué cuento tan impresionante!  Eso no es todo, todavía hay más. ¡No me diga! Con el correr del tiempo, el libro sin ser vendido pasa de mano en mano y como cosa extraña, siempre viene a dar a mi librería. Todas las personas que lo han tenido mueren trágicamente en accidentes, o suicidio. No sé si atribuirlo a la tragedia que envuelve al  libro o a causas del destino. ¡Pareciera que el alma de los atormentados muchachos vivieran en él! ¿Y usted no teme por su vida? ¿Que podría temer un viejo? ¡Entonces véndamelo! No, prefiero dejarlo en la librería. Al yo morir, que el azar se encargue de ver a quién le toca. Bien, ya debo volver. Fue un placer para mí conocerlo, señor Mazzana. Igualmente… Se levantaron y cada quién siguió su camino.
Ya en el aeropuerto, a la espera de su vuelo, Corrado está inquieto. Suena el celular. Señor Mazzana ya voy llegando. ¡Ya era hora!.. ¡Sí, todo salió bien! ¿Te dio tiempo. Hiciste todo como te expliqué? Si, tranquilo ahora hablamos… Luego de unos minutos de espera, llega un hombre agitado. ¡Tenga aquí tiene su encargo! y le entrega un pequeño paquete. Corrado lo revisa apresuradamente. ¡Bien, ya esto está resuelto! Espera una semana y le llevas el dinero al viejo. ¡Gracias y adiós!.. Entra a la puerta correspondiente al vuelo a Caracas, mete el paquete en su maletín de mano y murmura, ¡Ahora eres mío. Que el destino haga su parte!
Epílogo:
Exactamente a la semana el hombre del mandado se presenta en la librería. Vengo de parte del Sr. Mazzana, a entregarle un dinero. Ah, perdió el viaje, porque no lo aceptaré. Yo le dije que el libro no se vendía, por consiguiente no me debe nada… Además él  regresará, siempre regresa.
 
Caracas, marzo 2012
Ilustración tomada de la web.


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