26 noviembre, 2006

Instrucciones para bostezar.



Está científicamente comprobado que el bostezo se transmite en cadena. Por consiguiente hay que abstenerse -en lo posible- de bostezar en público y abiertamente. Hay dos tipos de bostezo: el ruidoso y el silente. Si pretende usted bostezar a lo primero, deberá -como hacían nuestras abuelitas- cubrirse la boca. Ellas lo hacían elegante y seductoramente con el abanico pero a nosotros nos resta cubrirnos con un klinex o en su defecto con la mano. Este tipo de bostezo es harto significativo. Se despliega toda la mandíbula, los labios se expanden, se inspira y seguidamente se bota un ¡Ahhhhhummm…! ¿Se imagina usted ésta reacción en cadena en un auditórium, donde un conferencistas nos dispara una aburridísima conferencia sobre macroeconomía y su incidencia en las cuentas de ahorros, con cuadros estadísticos y todo? Por su alto grado de contagio se recomienda su utilización en privado, donde podrá darse rienda a cualquier tipo de manifestación sonora sin inhibición alguna.

El otro tipo de bostezo es el silente y disimulado. Aquí se debe hace acopio de toda nuestra fortaleza para que el mismo no sea notado y mucho menos escuchado. Conviértase la boca cerrada en un horroroso rictus -que de paso deberá tapar por antiestético- acompáñesele de una horrible mueca con toda la cara y para mejor demostración del esfuerzo que se realiza por reprimirlo, cierre los ojos y vierta unas pequeñas lágrimas. Algunas personas acostumbran sacudir la cabeza al final de este bostezo para terminar de espabilarse. Esto último puede ser optativo.

Lo peor de todo es que el bostezo es una manifestación irrefrenable ya que variadas causas lo ocasionan: aburrimiento, hambre, sueño, pesadez, etc. No es como otras manifestaciones del cuerpo que pueden ser reprimidas tales como las ventosidades por ejemplo, pero eso ameritaría otro instructivo aparte.

Una última recomendación; cuando lo inviten a conferencias, recitales de todo tipo y veladas infantiles, no olvide llevar un pañuelito en la cartera o bolsillo es de gran ayuda en estos casos.



Caracas, 2006

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