19 noviembre, 2013

¡De que vuelan, vuelan..!



En estos días de celebraciones de Halloween y todas esas festividades que conmemoran la muerte y sus acompañantes, los muertos; es  oportuno hacer un reconocimiento a las brujas, seres que ha través de la historia han sido vilipendiadas y acusadas de un sinfín de hechos malignos, porque su desenvolvimiento estuvo ligado a la luna, la noche, la madre tierra y todos los regalos de la naturaleza.
Desde tiempos inmemoriales en las sociedades antiguas, las capacidades femeninas fueron vistas con asombro; especialmente la de procrear. Si a ello sumamos que las supuestas brujas, eran mujeres observadoras, estudiosas de la naturaleza y sus beneficios (herbolarias) y muchas capaces de leer y escribir, no es de asombrarse que nada de ello fuese bien acogido en las primitivas sociedades, donde especialmente la iglesia imponía la fe y la doctrina. Desde la antigua Grecia nos llega la historia de Hypatía filosofa neoplatónica, estudiosa de las matemáticas y la astronomía que entre otras cosas fue acusada de hereje y linchada por los cristianos. Culpables fueron de causar tormentas y sequías. La iglesia no desiste de perseguirlas (Conclio de Ancyra, S.IV) y por supuesto los inquisidores tuvieron a bien, acusarlas de herejes y discípulas del demonio. El papa Inocencio VIII promulga una bula contra ellas y a partir de allí se incrementa tanto la persecución como los castigos. En vista de tal situación, no es de extrañar que las mujeres que aún se atrevían a continuar con sus curaciones y estudios, se agruparan y prácticamente se ayuden unas a otras de forma clandestina.
A partir del establecimiento del Tribunal de la Inquisición del Santo Oficio I (S.XIII)) los métodos para lograr confesiones y exorcizar el demonios es de todos sabida. Infinidad de mujeres inocentes fueron llevadas a la hoguera. En historias mas recientes, las supuestas brujas tuvieron que enfrentar juicios: Las de Salem; las de Blair (S.XVII), las de Zugarramurdi (Navarra, S.XVIII) Hasta la reina Ana Bolena, por padecer de algunos desperfectos físicos, fue acusada de bruja para beneficio de su marido el Rey Henrique VIII, que así se deshizo más fácilmente de ella. Las brujas para bien o para mal, también formaron parte de los cuentos de hadas (Hansel y Gretel: hermanos Grimn) en el teatro (MacBeth: Shakespeare) y en la música (El aprendiz de brujo: Dukas)
Su influencia ha llegado hasta nuestro S.XXI y hay gente que practica rituales de brujería, seudoreligiosos… Con la modernidad, las brujas fueron cambiadas de atuendo; sayo negro, gorro puntiagudo, escoba voladora y acompañadas por un gato negro ¡En su momento hasta el gato fue quemado con la bruja! Hemos avanzado en algo: ahora nos disfrazamos de brujas y brujos (Halloween) y el turismo se incrementa gracias a ellas, (Salem, USA).
Las primeras brujas que existieron pagaron muy caro sus conocimientos. Con el correr de los siglos, la humanidad estableció (equivocadamente) que ser bruja es algo maligno; de manera peyorativa se dice: “esa es una bruja” o de forma sicalíptica,  es una “mujer embrujadora”. Hay una hermosa ciudad europea Brujas que nada tiene que ver, salvo por el nombre y por su belleza…Prefiero ver a las antiguas brujas como mujeres de avanzada para su época, perseguidas por la incomprensión y el fanatismo religioso. Si todavía existen, que no hay por qué dudarlo ¡bienvenidas al aquelarre!
Caracas, octubre 2013
Ilustración sacada de la Web.

    

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