30 diciembre, 2011

María moñitos.




Este es un personaje infantil que aparece en tradiciones, cuentos y canciones del Caribe: Cuba, Colombia y Venezuela. Con variantes en cada país... En nuestra literatura hay una bella novela de Teresa de la Parra: Las memorias de mama Blanca donde también se hace referencia a la popular María moñitos...Por mi parte les voy a contar de dónde viene la tradición de decirle así a las niñas.


Cuando pequeñas, casi todas las niñas llevaban el pelo largo; bien con trenzas, bien con cola de caballo. Rara vez suelto al desgaire, por aquello de los piojos escolares... Si se soltaba debía estar muy lavado, acicalado, sujeto con cintillos, pasadores, o lazos, para grandes eventos, como el coro en el colegió: las fiestas familiares, bodas, bautizos y cosas por el estilo. La usanza era que las niñas de cabello largo llevaran tirabuzones, eso que ahora llaman curly... No en balde la simpática Shirley Temple, con sus bucles dorados, ocupaba las pantallas Hollywoodense. ¿Cómo lograrlos, si para ese entonces no existían todos esos adminículos de peluquería que hoy existen?, pues de una manera muy singular…


Siempre la preparación era de un día para otro, según la ocasión y el tipo de cabellera –las de pelo liso requerían más tiempo- por consiguiente se necesitaba que los bucles duraran, más... Nos lavaban muy bien el cabello, cepillado y a medio secar, se procedía a entorchar guedejas de pelo (muy bien divididas), en unas tiras de papel previamente dispuestas. La operación se realizaba desde las puntas del cabello hasta la base del cráneo, donde se anudaba cada tira. Al finalizar la operación, la cabeza quedaba llena de mariposas de papel –generalmente blancos- que no se quitan hasta el día siguiente. Es decir que durábamos todo un día, o una tarde, con la cabeza llena de mariposas blancas. Quienes nos veían nos decían ¡eres una María moñitos! A veces, nos íbamos a dormir con la cabella llena de maripositas, hasta el momento de suspenso -cómo quedaría-cuando se desataban todos los moñitos de papel. Los rulos o bucles que surgían después del procedimiento, no se peinaban. Se adherían unas lindas peinetas, pasadores, o cintillos apropiados. Así, estábamos listas, con miles de resortes saltarines.
También se les dice cariñosamente, María moñitos, a las niñas de raza negra, cuando las peinan, dividiendo el cabello en parcelas iguales y enrollando sobre sí mismo porciones de pelo, que conforman moñitos.

Caracas, diciembre 2011


Ilustración tomada de la web.

01 diciembre, 2011

JuanSanta.




Como otros miles de profesionales Juan Márquez, de la noche a la mañana se encontró sin trabajo y sin recursos, despedido de PDVSA donde ocupó por varios años un cargo gerencial. Salió de allí sin recursos económicos –no vamos a repetir todo aquello que sabemos de la injustificada manera de tales despidos- pero con un gran potencial humano que adquirió en su familia. Ni corto ni perezoso Juan se dispuso a no dejarse vencer por el infortunio. De su padre aprendió el oficio y su figura y bonhomía hicieron el resto...


Don Juan Angel Márquez trabajó durante veinte años haciendo de San Nicolás en las grandes tiendas que para ese entonces habían en la Caracas de los 80: Sears, Maxy´s y otras. Ahora que él no está, su hijo, bien por mantener la tradición familiar: o por complacer a los amigos, o por la situación, o quizá atendiendo múltiples peticiones, se tomó en serio el asunto. La transformación de Juan se inicia en el mes de agosto, cuando se deja crecer cabello y barba que mantiene cuidada y podada. Para diciembre ya está caracterizado en Juan San Nicolás. Enfunda su bello traje y gorro rojo, sus polainas y cinturón negros y con buen humor y cariño asume su trabajo navideño… Por fortuna nunca le faltan contratos; muy habilidoso vende su producto personalmente, por medio de tarjetas que reparte donde se le ocurra, o en entrevistas de prensa. Así ya lleva doce años inaugurando fiestas navideñas privadas, en centros comerciales, empresas, organizaciones y hospitales que requieran sus servicios.

Juan Márquez está casado y tienen cinco hijos. Es ingeniero mecánico egresado de la USB, con post-grado en Seguridad industrial, higiene, ambiente y calidad. En su profesión se desempeña como asesor, pero en la temporada navideña se transforma en el personaje que asume con más amor... Nos falta un detalle: nuestro Juan San Nicolás habla fluidamente inglés, lo que le facilita comunicarse sin intermediarios, con su tocayo del Polo Norte.



Esta es otra de esas historias que a diario suceden y que vale la pena divulgar.
Caracas, diciembre 2011
La foto gentilmente la envío el propio JuanSanta.