24 julio, 2009

Derrelicto.



A esta playa llega cantidad de cosas. Entre los guijarros, no sólo se encuentran desperdicios de los veraneantes, hasta botellas con mensajes náufragos hay. En ocasiones ella contestó una que otra de esas misivas traídas por las olas...

Esa mañana -tempranito- el mar arrojó algo diferente. En la playa había un cuerpo de hombre, muy lastimado pero aún con vida. A duras penas lo arrastró hasta un cobertizo cercano -de esos que improvisan los pescadores con hojas de palma- y le aplicó los primeros auxilios. A los dos días logró que bebiera y comiera. A la semana ya estaba bastante restablecido. Pudo hablar, le contó que venía de muy lejos. Que se hizo a la mar en un barquichuelo, atendiendo un mensaje encontrado en una botella...



Caracas, 2003
Ilustración tomada de la web.